Te quiero, algo más que dos palabras

Desde pequeñitas vivimos en un mundo de ensueño, rodeadas de princesas y principes que nos dicen lo mucho que nos quieren, que nos despiertan de un sueño eterno con un magnifico beso de amor. Vivimos con una madrastra, con 7 enanitos o con un cangrejo que solo hace que cantar "Bajo del mar".

Desde que nacemos vivimos impuestas por ese mundo Disney en el que lo único que tenemos que hacer es sentarnos y esperar a que nuestro principe azul aparezca, nos agarre, nos diga Te quiero y vivamos felices y comamos perdices para toda la vida.

Creo que cuando llegamos a la adolescencia y pasamos por la temida "edad del pavo" tenemos este modo de vida metido tan en vena que nos despertamos todos los dias esperando a que ese chico tan guapo de delante de clase de Geografia se de la vuelta y nos pida una cita. Pero lo que mas esperamos es que la cosa avance y nos diga ¡Te quiero!

Y cuando ya hemos madurado y tenemos nuestra pareja estable todo es algo parecido, pase lo que pase todo se arregla cuando tu pareja te agarra la cara, te mira a los ojos y despacito, como si nada mas ocurriese alrededor, te dice ¡Te quiero!

Puede que todo ello venga inculcado por los malditos cuentos Disney y sus princesas desesperadas por que llegue el príncipe azul a la puerta del castillo, pero señoras y señores, un Te quiero a tiempo soluciona muchas cosas. Y no solo en la relacion con nuestra pareja, con nuestros padres, nuestros amigos del alma, hermanos, primos que son como hermanos...

Eso si,  existen diferentes te quiero, como aquellos que salen forzados por compromiso, pero los que realmente valen son aquellos que salen de los mas profundo, que salen sin pensarlo y que hace que la otra persona se quede un poco en sock cuando lo oiga. Pero por favor, NUNCA NUNCA NUNCA contesteis a un te quiero con...Gracias.